La mayoría de los problemas de las articulaciones, que pueden provocar artritis y otras afecciones relacionadas, como la gota y la fibromialgia, se deben a la inflamación alrededor de las articulaciones y los tejidos conectivos. La artritis reumatoide ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error a las células sanas, atacando el revestimiento de las articulaciones y empeorando el problema.
Los radicales libres son células dañadas que se producen cuando tenemos lesiones en las articulaciones o por el desgaste de las articulaciones y el cartílago. Cuando el sistema inmunitario del cuerpo intenta reparar los radicales libres, esto puede conducir a un trastorno autoinmune, lo que hace que el cuerpo ataque por error el tejido sano. Este proceso da como resultado dolor en las articulaciones, hinchazón, dolor y, si no se controla, puede provocar trastornos articulares más graves, como la artritis.
Los antioxidantes tienen la capacidad única de fijar los radicales libres. Lo hacen sacrificando una parte de su estructura celular para hacer que el radical libre dañado vuelva a ser una célula normal y sana.
Este proceso de fijación de radicales libres calma la respuesta inmune del cuerpo que está causando la inflamación crónica. Con el tiempo, este proceso es una forma natural, segura e indolora de aliviar el sufrimiento y los riesgos para la salud causados por el dolor articular y la artritis.
Un enfoque antioxidante natural no solo tiene sentido, sino que se ha demostrado en estudios independientes que es efectivo para tratar el dolor, la hinchazón, la rigidez y la movilidad. Además de poder reducir más daños en las articulaciones y cartílagos.